Los minotauros son lo que algunos llaman también "los hombres bestia", una raza de seres que jamas formaron parte de las razas civilizadas. Aunque poseen una inteligencia similar a esa de los humanos, ellos la emplean en forma de la salvaje astucia de los animales.
Estos minotauros proliferan en los bordes de las tierras civilizadas, viviendo del pillaje a villas pequeñas y granjas desoladas, y se cree que tales criaturas desdeñan a los titanes dedicándose más bien a la adoración de dioses blasfemos y demoníacos de los que los humanos poco conocemos.
Los minotauros se pueden encontrar en casi todos lados, aunque son mayores en números en las tierras desoladas de las regiones más al norte y más al sur del mundo. Algunos de estos minotauros hacen parte de tribus aliadas por débiles pactos y tratados comerciales y gobernadas por despóticos caciques o chamanes. No es común ver a bandas de estas tribus vagar más allá de sus tierras desoladas, y aquellos que se van por mucho tiempo son exiliados de sus tribus y de sus familias, un miedo que corroe hasta al más valiente de tales criaturas. La mayoría de los minotauros no construyen ciudades por si mismos, sino que se conforman con usar aquellas que han sido abandonadas por otros y mejorando sus fortificaciones o operando en pequeños campamentos y escondrijos, normalmente en cavernas de origen natural. Los minotauros saben usar el hierro y los utensilios de piedra y hueso, aunque sus herramientas son de calidad bastante pobre comparada con esas de los humanos.
Antiguo mosaico mostrando al
legendario héroe Salos de Jokk, sometiendo a un minotauro
La cultura tradicional de los minotauros es extremadamente guerrera, sea contra tribus de otros minotauros o contra ciudades de otras razas, y cuando no están en guerra usualmente están planeando una. Muchos minotauros tienen la creencia que para vivir es mejor derrotar y subyugar hasta cuanto enemigo se atraviese en su camino, y controlar entre más recursos mejor, lo que los hace inmediatamente enemigos de otras razas y entre los suyos. Para un minotauro morir por vejez es un deshonor, y es bastante común que mueran jovenes en alguna escaramuza. Aquellos que han sobrevivido para ver sus primeras canas normalmente viajan en busca de un oponente que les quite la vida en combate singular en los caminos sino no lo han encontrado en el campo de batalla.
Los machos dominan la sociedad minotaura y las hembras son usualmente posesiones valiosas en el mejor de los casos, o poco más que animales domésticos en el peor. Los minotauros machos se enorgullecen de tener muchas esposas y muchos hijos, como también lo hacen de las cicatrices ganadas en combate o en sus paganos rituales religiosos. También suelen alardear de la posesión de esclavos, aunque nunca lo hacen con los de su propia raza, por lo que suelen tener muy pocos.
Los minotauros se reproducen de la misma forma y cantidad que otros mortales; sus crías son llamadas cachorros. Es posible el cruce de minotauros y otras razas (como los humanos), aunque los hijos de tales interacciones (normalmente violaciones) suelen heredar solo las características del padre. La extraña capacidad reproductiva de los minotauros es un misterior incluso hasta para los eruditos más sabios.
Las vidas de los minotauros son cortas comparadas con los humanos. Se consideran adultos a la tierna edad de los 11 años y el minotauro común vive poco más de 50 años, aún si logran evitar una muerte violenta. Un minotauro que tenga más de 50 años solo existe en los mitos más raros de esta extraña civilización.
De una conversación con Jostar, un bardo
(Aporte de Anzu, de Fantasitura)