sábado, 26 de mayo de 2018

Capítulo 3: Sobre cimientos de cristal: El Imperio Humano de Fédregahl

Extracto de "La Magna Diversidad", del historiador e inventor Dagobertus Skallafade

 Desde la observación exterior, el Imperio Humano de Fédregahl (cuyo nombre significa "Fervor de Hierro", en el lenguaje kalevalés, oficial en el imperio), es una gran extensión de tierra rodeada por enormes muros, cuya arquitectura ostentosa y variopinta le hacen justicia a la imagen del dominio humano sobre las regiones ecuatoriales de Måndregul, donde también se encuentran los E'rihad, la Diáspora Tolfek, y sobre unos kilómetros, la mítica Ciudad Flotante. Måndregul ha visto en su historia grandes reinos, protectorados e imperios, pero ninguno tan opulento como Fédregahl, considerado por muchos comerciantes como un paraíso mercante.

Al adentrarse pasados sus gruesos muros, los cuales han aguantado casi dos mil años de asedios e incursiones de Shariitas, Oleadas de Ghàam, ataques de Exiliados, incursiones de Noctilucentes e incluso las Segunda y Tercera Guerra de los Nagashyr, uno puede entender por qué esta ciudad se ve tan poderosa, poblada y activa. En el imperio de Fédregahl se encuentran gran parte de las escuelas de magia de Måndregul, aquí es donde se llevan a cabo la mayor parte de las actividades comerciales, y en sí es una de las grandes potencias militares y económicas en toda Ihbn.
 

Dividido en varios distritos, los tres más grandes e importantes son Ólgevar, la bolsa de oro, distrito comercial; Gurnaam, distrito administrativo, donde se encuentra tanto el monasterio principal y las espiras gubernamentales del Consejo; Soknir, el distrito residencial más grande, donde se encuentra el 2° regimiento de coraceros del imperio, el Muro Cambiante de Ghûznit, el titán del pensamiento lateral, junto con varias academias, y la torre de los cetreros, donde se entrena a los grifos para su uso en logística y también para despliegue aéreo en combate.






Desde sus inicios, fue una ciudad excelentemente ubicada. Abarcando tanto dos monolitos a los Titanes, Dréq-Mir y Ghûznit, el primero representando la fuerza de voluntad y la resiliencia, el segundo, al pensamiento lateral, ha permitido desarrollar a los habitantes kalevalianos (también llamados fedregalianos, aunque este último es poco usado) habilidades de supervivencia y prosperidad en contra de todas las dificultades que han tenido durante sus ya dos mil años de existencia. Aguantaron contra la Plaga de los Desgarradores, una enfermedad proveniente desde la Grieta de Sjurnemar, que se cree es un punto de interconexión entre el mundo natural y el espiritual; también resistieron los Catorce Días Pantanescos, un intento de cierta cábala de Exiliados de irrumpir en el mundo material, e incontables guerras contra varias otras facciones.

Sin embargo, pese a la solidez aparente de sus muros, sus imponentes edificios, y sus disciplinados ejércitos, en el interior se gesta una serie de conflictos internos. La cabeza del mando, el Emperador Fírleth Janus, junto a su Consejo, lentamente parecen perder su poderosa influencia producto de tres eventos actuales:

Asimilación de la población por cultos Shariitas: Alrededor de la zona septentrional de Fédregahl, se ubican cinco puertas Ewliedanas, donde cada cierto tiempo emergen Alastores Shariitas que normalmente saquean las caravanas y, de alguna forma, secuestran o atraen a los ciudadanos periféricos del imperio, para ser "reclutados" en Shariiur. A raíz de esto, la Alta Esfera de Fédregahl ha impuesto políticas restrictivas que han causado paranoia y han cambiado la visión de los ciudadanos a su imperio, desde uno de prosperidad a uno de cadenas e imposición. Han habido grupos entre los habitantes kalevalenses que se han incluso entregado voluntariamente a los Shariitas, producto de las cada vez más severas legislaciones que afectan a los habitantes. Cualquiera que sea sorprendido teniendo contacto con Shariitas o practicando magia Ewliedana es severamente linchado y torturado en la Plaza de los Amaneceres, un lugar de alta concurrencia civil.



Los muros de Fédregahl han soportado toda clase de invasiones, y nunca han caido... aun.


4° Guerra contra los Nagashyr: Los Nagashyr es como se les denomina a las especies anfibias que habitan el mar occidental de Måndregul, quienes recientemente están "evolucionando" para conseguir asentamientos en tierra. Hace unos trescientos años, esta facción comenzó a sufrir cambios fisiológicos que les permitieron sobrevivir fuera del agua, donde ya poseen dos colonias desde las que buscan crear una cabeza de playa para avanzar sobre Måndregul. Ya hay registros de conflictos contra los Tolfek y contra los Shariitas, aunque estos últimos parecen dejar de atacarles para concentrar su esfuerzo de incursión en Fédregahl. A pesar del gran poderío militar de Fédregahl, los Nagashyr tienden a luchar de formas indirectas, especialmente en tácticas de choque y terror, guerras químicas y de atrición*. Son un enemigo que se mimetiza con su ambiente, y ataca en emboscadas o haciendo sabotaje, a diferencia de los Ghàam, por ejemplo, a los cuales se les puede enfrentar a punta de espada. Esta guerra está ocasionando un inmenso esfuerzo económico y humanitario para el imperio: en veinte años se han perdido a casi medio millón de hombres, y casi no se ha conseguido que los Nagashyr retrocedan.




Las valientes legiones de Fédregahl son las que han mantenido al imperio en pie.


Plaga de la Heterodoxia: Poco tiempo antes de la invasión Nagashyr, una cábala de hechiceros, junto a dos eruditos de la Hermandad Psíquica de Lumenac, intentaron realizar un experimento controlado para descubrir el patrón seguido por Nerhkal, apodado el Todo en la Nada, sobre sus daones sigilitas, en un intento de dilucidad su posición, acciones y si es posible contenerlo o revertir su situación. Dicho procedimiento resultó mal, y creó una descarga psíquica en una gran cantidad de ciudadanos kalevalenses. Esta "enfermedad" se caracteriza por otorgarles a los que la sufren una fuerte discordia contra el statu quo, generalmente tomando posiciones radicales y manifestándose en contra de casi cualquier ley o acción llevada a cabo por las altas esferas. Dicha enfermedad también les otorga una inmensa capacidad de convicción, haciendo que puedan volver a otros a sus posturas radicales. Esta llamada "plaga de la Heterodoxia" ha resultado ser un problema difícil de controlar para el Imperio, ya que, indirectamente, está generando problemas de variada índole, como aumento en la tasa de deserción militar, desobediencia civil, aumento de la población penal, la coacción a crear leyes más severas para controlar  la población, la disminución de la productividad, entre otras cosas.

De esta manera, pese a lo fuerte e imponente que pueda vislumbrarse este gran imperio, desde dentro sufre un cáncer que parece no ser erradicado. Solo el tiempo dirá si Fédregahl y sus kalevalenses resistirán bajo la mirada de sus Titanes, o si serán otro capítulo que pronto encontrará un amargo final a raíz de tres puntas de lanza.

*Los Nagashyr empujan a la soldadesca de Fédregahl a hacer cosas que les causen un gran peso moral. Por ejemplo, emboscar desde el centro de una formación, de tal forma que se atraviesen entre los soldados y dando la posibilidad de que, entre el fragor de la batalla, un soldado kalevaliano ataque a otro en el fuego cruzado. Otra manifestación de ello es romper las líneas de suministros del imperio, obligando a los soldados en la lucha decidir quienes sobreviven a las hambrunas y quienes se sacrifican. Los soldados kalevalianos tienen muy en consideración el tema fraternal, y el cuidar de sus compañeros por sobre lo demás, por lo que obligarles a vulnerar ese dogma tiende a desmoralizarlos. Estas tácticas Nagashyr son únicas a la 4° Guerra, pues esta especie ha aprendido bastante de su enemigo para saber dónde golpear.



Comentario del Autor: Fédregahl es lo que denomino un imperio poderoso y resistente, pero que se ha visto afectado por vulnerabilidades muy puntuales. No creo que existan los imperios indemnes, el mundo cambia, el tiempo avanza, y en esos momentos es cuando incluso los reinos más grandes deben ser puestos a prueba. Fédregahl está siendo sometido a esta serie de eventos que decidirán su futuro en la existencia.

Aporte de Heimdal, de Fantasitura.

martes, 8 de mayo de 2018

Sobre el Culto a los Angeles


Culto a los angeles

En el mundo de Ihbn los ángeles han sido olvidados en gran parte, o si son recordados se les considera un mito, o si se les considera reales se piensa que ya no intervienen en los asuntos de las razas mortales, y sin embargo todavía hay quienes les rinden adoracion y respeto.

Es el llamado Culto a los ángeles, donde la mayoría de sus seguidores son humanos, aunque también hay algunos tolfek, y corren rumores de qué hay minotauros adoradores de Abbadón el Destructor. Gracias a Fabius el Profano, erudito de Kapparis, estudioso de sectas y religiones extrañas, conocemos lo suficiente sobre este peculiar culto y sus variaciones. Este culto no es una religión unificada, sino que está dividida en dos facciones, los seguidores de Los Eternos, y los que adoran a Los Caídos, y a la vez cada ángel tiene sus propios sectarios y su propio conjunto de rituales.

Los cultistas de Miguel el Herrero, por ejemplo, fabrican armas y armaduras como forma de agradarlo, su símbolo es el martillo y el yunque y consideran que, así como ellos dan forma al metal en la forja, así los ángeles dieron forma al mundo de Ihbn (para un verdadero seguidor de los Eternos, los titanes son irrelevantes). Sus armas y armaduras están grabadas profusamente con símbolos angélicos, a los que les atribuyen propiedades mágicas, potenciando la dureza del metal o un filo más agudo y eterno, una forma de herrería arcana.

Por su parte los cultistas de Ariel el Devoto practican el don de la profecía, para ello suben a lo alto de las montañas y permanecen allí a la intemperie durante días enteros sin dormir, buscando que se les revele el futuro. Otros observan las estrellas, buscando símbolos ocultos en la estructura de las constelaciones.


Antiguo texto escrito en el alfabeto de los ángeles, la grotesca figura del centro es al parecer Abbadón el Destructor.

Los seguidores de Macabel el Puro predican la no violencia y el amor incondicional a todo ser vivo, no comen carne, no usan productos hechos de animales (su ropa está hecha solo de algodón u otro tejido vegetal) e incluso llegan a filtrar el agua que beben y a llevar un velo sobre la boca para evitar que por accidente lleguen a tragar algún animalito. Los hermanos pacíficos son predicadores errantes que vagan por el mundo con su bastón y su voz por toda posesión, mendigando y predicando la paz y el amor, no importando si son escuchados o no.

Se dice que el fundador de esta secta fue un shariita llamado Bhergumol, quien tras el Cisma de Nankar, horrorizado ante tanta violencia y derramamiento de sangre, renunció a la mezcla de magia y tecnología que conformaba la cultura shariita y se negó a seguir al resto de su raza al exilio, prefiriendo vagar por el mundo para enseñar su mensaje sobre las bondades de la paz y el vegetarianismo.

Tal mensaje no siempre fue bien recibido, en especial en los tiempos del rey Zagandar el Belicoso, aquel cuyo reinado nunca tuvo un momento de paz. Pero la crueldad de este rey y su irónica muerte es tema de otra historia y otro pergamino.


                                              Estatuilla de Joel el Sanguinario. 

Los adoradores de Los Caídos son igualmente interesantes, y los más comunes son los seguidores de Joel el Sanguinario, la antítesis del culto a Macabel. A este ángel  se le considera el creador de la violencia y sus Hijos del tercer Caído rinden culto a la guerra y a las matanzas. No practican ritual alguno, salvo dedicarse a la guerra y tatuarse en la piel el símbolo Ekhuif, que en la escritura de los ángeles representa muchas cosas: sangre, puñal, vigilancia, el acto mismo de agredir, etc.
Suelen emplearse como mercenarios y en batalla son temibles por su fanatismo demostrado en su falta de temor a la muerte y en su decisión de llevar la muerte a otros.

Un camino más agradable es el de los seguidores de Seraquiel el Pecador, ellos se dedican a la prostitución sagrada, hombres, mujeres y diversos estados intermedios, llamados a menudo el tercer o incluso el cuarto sexo. También son famosos por sus ritos que consisten en bulliciosas fiestas donde se cometen toda clase de excesos en el comer y el beber, y que terminan en orgias multitudinarias donde no hay barreras de edad ni de parentesco. Se dice que en ocasiones el propio Seraquiel se aparece en aquellos apareamientos masivos tomando la forma, según la preferencia de los participantes, de un hombre hermoso, de una mujer voluptuosa o de una criatura hermafrodita perturbadoramente atractiva.

Pero los más extraños de todos son los cultistas de Ezequiel el Olvidado. Ellos no tienen ritual alguno, no predican su fe, ellos se visten con túnicas oscuras con capuchas oscuras, y llevan un velo oscuro sobre su rostro que difumina sus rasgos. Y solo caminan, solo vagan por el mundo sin hablar con nadie, ciegos y sordos, sin que nadie los vea comer o beber. Ellos buscan anular su individualidad, desaparecer como personas.



Aporte de Haradrim, de Fantasitura

Novedades: ¡Hurra! ¡Tenemos nuestra propia Wiki! (o algo así por el estilo)

Pues eso, cree una wiki para este proyecto para subir los trabajos ya creados y dar mas facilidades a los posibles interesados en part...